Los padres y madres solemos preocuparnos mucho por lo que se ofrece a nuestros hijos en el comedor escolar a la hora del almuerzo. Y eso está bien, pero… ¿y lo que ofrecemos nosotros en casa? ¿Somos igual de exigentes? Un simple cálculo matemático desvela que el 90% de las comidas que hace un niño en un año no depende del cole, sino de las familias. De eso hablamos en una nueva colaboración en el programa Donacción, de Televisión Canaria (11/06/2017), dirigido por Paco Almagro.

Nos explicamos: si suponemos que un niño hace 5 comidas al día (desayuno, media mañana, mediodía, merienda y cena), en todo un año habrá hecho 1.825 comidas. ¿Y de esta cifra cuántas son en el comedor del colegio? Pues si en un curso escolar hay alrededor de 180 días lectivos, este mismo número de comidas serán las que le proporcione el centro educativo a través de su servicio de comedor, es decir, apenas el 9,8% del total. ¡El 90% restante depende de la familia, de los que los padres y madres ofrezcan a sus hijos!

Más aún, los menús que se ofrecen en los centros escolares deberían cumplir con los requisitos establecidos por las autoridades sanitarias y educativas y suelen estar supervisados por dietistas-nutricionistas, el perfil profesional adecuado para ello. Además, al menos en el caso de Canarias, nos consta que hay en marcha acciones para seguir mejorando la calidad de los menús ofertados en los centros públicos.

Visto lo anterior, sería bueno que en lo relativo al consumo y la salud de nuestros hijos, los padres asumamos la parte (fundamental) que nos corresponde. Dada nuestra realidad, quizá nuestra hora ha llegado.

Por Félix A. Morales,

Salud y suerte.