La arrolladora emergencia de nuevos dispositivos y formas de fumar que se promocionan como alternativas al tabaco puede poner en jaque años de lucha contra los estragos del cigarrillo
Como una ola. O, con más precisión, como un tsunami. Así ha llegado a nuestra sociedad un conjunto de productos para fumar que imitan al cigarrillo en tanto se distancian de él, envueltos en sofisticadas hechuras y elocuentes mensajes: “sin humo”, “inofensivos”, “beneficiosos”. ¿Lo son? El presente artículo ofrece una lectura de la situación y pone el foco sobre dos aspectos relevantes como son la salud pública y los intereses comerciales. Por señalar el punto de partida, consideremos lo siguiente: la mitad de los adolescentes en España los ha utilizado alguna vez. El 50 %. Sí, un tsunami.
Nota 1: este artículo forma parte de nuestra línea de colaboración con la plataforma Eroski Consumer (léelo completo aquí).
Nota 2: por su íntima relación, aquí puedes consultar nuestros recursos divulgativos sobre el tabaco, más letal que las balas.
Por Félix Alexis Morales,
Salud y suerte.
Imagen: Lindsay Fox en Pixabay