La pirámide desprestigiada

Como en tantos ámbitos, Estados Unidos ha marcado la pauta durante las últimas décadas sobre políticas alimentarias; una de sus influencias planetarias más exitosas, que todos conocemos, ha sido la pirámide de los alimentos. Nótese el tiempo verbal en pasado: esta guía visual sobre consejos de alimentación, creada por la administración norteamericana de Agricultura a principios de los 90, hace ya un lustro que fue abandonada por sus propios promotores, en sintonía con otros países y entidades académicas y científicas.

¿Y en España? Pues no sólo ha sido recientemente actualizada la ‘pirámide’ más influyente de nuestro suelo patrio, sino que productos de los considerados superfluos la lucen orgullosos en sus envases, para ¿confusión? de los consumidores. Andamos todo el día confundidos.Todos productos -muy altos- en sal, según el Ministerio de SanidadEn efecto, el protagonismo de la ‘pirámide’ ha sido relegado por el modelo del ‘plato’ en países como Estados Unidos o Reino Unido, curiosamente ambos, cada uno a su modo y manera, embarcados en una lucha titánica contra la obesidad, y por entidades académicas tan prestigiosas como la  Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard… Expertos como Juan Revenga no dudan en calificar al plato, nuevo paradigma, como más práctico y poseedor de una cualidad capital en comparación con la ‘pirámide’: no da cabida en su dibujo “a ciertos productos poco recomendables”.

Por ello, no podemos evitar cierto desasosiego cuando hoy, en los anaqueles de cualquier supermercado de nuestro país, nos topamos con un considerable número de productos de los calificados de consumo ocasional haciendo gala de la ‘pirámide’ en sus envases; diciendo al comprador que, acaso por estar en su cúspide dibujados, este tipo de productos procesados pueden formar parte de una “dieta variada y equilibrada”. Y claro que es así, pero nos preguntamos si debería ser posible que, por mor de un modelo visual ya en retirada, los consumidores puedan percibir como especialmente saludables unos ‘snacks’ que llevan “mucha sal”, según los parámetros del Ministerio de Sanidad (todos los de la imagen anterior tienen más de 1.25 gramos por cada 100).

Y ello no es baladí, en atención a la lucha nacional contra una sustancia añadida a los alimentos, la sal, cuyo consumo, “comporta un problema creciente de salud pública”, “está en aumento” en España y se halla “repartida entre una gran variedad de alimentos procesados”, tal y como señala la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición en un reciente informe científico.

Tampoco podemos evitar cierta extrañeza ante el hecho de que la sociedad científica que, por tradición, publica la guía visual alimentaria más influyente en España, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, haya vuelto a apostar por el modelo de la ‘pirámide’ en su última revisión (como efectivamente hizo público hace unos meses en un curso universitario, patrocinado por Coca-Cola).

Esperamos que éste último dato no confunda al lector, como tampoco lo haga a sus compradores la ‘pirámide’ de los mencionados ‘snacks’ con mucha sal, o las atractivas cúspides constreñidas de productos superfluos que lucen las incontables pirámides alimentarias de que están repletas las escuelas españolas. Nadie dijo que el consumo informado fuera fácil.

Por Félix A. Morales,

Salud y suerte.

Referencias:

  1. Sal visible e invisible. Conoce la sal. Plan Cuídate Más, Ministerio de Sanidad y Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición [disponible on-line en http://www.plancuidatemas.aesan.msssi.gob.es/conocelasal/sal-visible-e-invisible.htm]
  2. Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) sobre objetivos y recomendaciones nutricionales y de actividad física frente a la obesidad en el marco de la Estrategia NAOS, Ministerio de Sanidad y Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, Revista del Comité Científico nº 19, 2014.

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